Solapado entre mis cartas
de un reflejo sale una mañana
y en mi noche apagada
sales tú, Luna, por encima de las aguas claras.
Me encuentro persiguiendo lucecillas
en desvelos tras unas pupilas,
buscando una tierra descansada
en donde tú, Luna, esperes a ser por mí abrazada.
Por héroe me tienen los gnomos
por llanto el amor,
solo sé conocer lo que somos
y en mi destino sin mapa
te persigo, Luna, por caminos sin sol.
Te llevo de regalo un suspiro
te traigo perfumes de oriente,
en mi pecho llevo el cielo, y una estrella
que espera a una Luna sonriente.